En este podcast quiero poner de manifiesto los grandes retos y oportunidades, pero también los grandes riesgos y graves problemas que enfrentamos como mexicanos en el atípico proceso electoral por la Presidencia de la República, que, nos guste o no, se encuentra en plena marcha, pero quiero, a la vez, lanzar más lejos la mirada, para tener en cuenta todo lo que está en juego.
Aquí te dejo el texto completo.
Contemplando los desencuentros cotidianos que se dan a diario, a propósito de cualquier cosa, cada vez de forma más evidente y paulatinamente más intensos, entre aquellos que apoyan las iniciativas e ideas, no quisiera llamarlas «agenda», emanadas del grupo en el poder, y aquellos que no estamos de acuerdo con ellas, sin que por ello debamos ser considerados como adversarios, enemigos o cualquier otro calificativo. Somos parte de la ciudadanía mexicana, vamos, somos unos y otros, la nación gobernada actualmente por Morena.
Por otro lado tenemos un acontecimiento fortuito, surgido, eso es cierto, de una de las conocidas actitudes del Presidente, en desacato a una orden judicial que le ordenaba conceder a la Senadora Xóchitl Gálvez el derecho de réplica, por afirmaciones que a la Senadora le parecieron difamatorias, pronunciadas por el señor López en una de sus mañaneras, y la actitud decidida, valiente, apegada a derecho, pero sin ceder ni una coma a sus derechos por parte de la propia Senadora Gálvez, fue suficiente para ser repentinamente notoria en algunas notas informativas, y eso bastó para que se desatara todo un fenómeno en redes sociales, en las que un número de ciudadanos que ha venido creciendo incansablemente, la llevara a convertirse hoy día, como la mejor posicionada para contender por la Presidencia de la República en las elecciones del año entrante por parte del Frente Amplio por México.
Estas dos circunstancias nos deben poner a pensar, y pensar con prudencia, en el hecho de que este inédito fenómeno, inédito como fenómeno social, como fenómeno de medios de comunicación y en el propio contexto electoral, no debe subir y bajar como espuma de champaña, ni ser como se dice coloquialmente, llamarada de petate. Y no debe ser así porque sería tirar por la borda una oportunidad única, que hace apenas unas semanas o meses no se vislumbraba siquiera en el enrarecido ambiente político nacional.
En esta reflexión serena que tenemos que hacer, hay aspectos de mayor importancia que otros, esto es lógico, pero a veces las cosas evidentes o lógicas, a todos se nos pasan, o las damos por hechas, pero muchas veces eso no es así y por eso las grandes oportunidades se convierten en grandes frustraciones. Para evitar que esto suceda, propongo a todos los que se encuentran compitiendo en el proceso del Frente Amplio para ocupar la posición que, hasta este momento parece liderar en forma clara Xóchitl Gálvez, a los simpatizantes de cada uno de los concursantes, a todos los ciudadanos que no se han decidido, e incluso, a personas de buena voluntad, de esas que hay muchas, que ya no se sienten a gusto con el rumbo que ha tomado el país en esta administración, las siguientes ideas.
Hay un primer gran objetivo que se tiene que lograr, en ese yo creo que todos estamos de acuerdo, se trata de llevar al candidato resultante en el proceso de selección en curso por parte del Frente, a vencer en el proceso electoral del año entrante. Dicho lo cual, también, en el mismo orden de ideas hay que tener claro que solamente hay un lugar, una sola plaza para una sola persona, esto implicará, que con un auténtico sentido de honestidad, de patriotismo, de compromiso con México, deberán de hacer un reconocimiento de quien se vaya perfilando como la mejor oportunidad, a quien represente esa mejor oportunidad, habrá de dársele el apoyo total, aunque esto implique, en algunos casos, bajarse del proceso, esto, supongo que habrá quienes lo acepten más fácil y más pronto que otros, pero es una responsabilidad común.
A partir de este punto, lo que se tiene que hacer es evitar que baje la espuma de champaña de este fenómeno, que se nos acabe el petate y se apague la flama que ahora tanto nos entusiasma en esta parte del proceso. No caer en provocaciones, que las habrá, es fundamental, concentrémonos en las tareas y no en los obstáculos ni en los discordantes, que los hay también y todavía con acceso al poder o más bien desde el poder. Es en este punto en donde tenemos que hacer una ampliación del horizonte, es el momento de lanzar más lejos la mirada y de ensanchar el panorama.
El tamaño de nuestro gran país, de nuestro México, es tan grande, que van a hacer falta muchas manos, muchas inteligencias y muchas voluntades, ganar la Presidencia es solamente una de las tareas pendientes, la más importante, pero a partir de ella, se viene el trabajo fuerte, puesto que así de grande como es nuestro país, así de grandes son también sus problemas, no los voy a enumerar, porque hay muchos columnistas, comentadores, políticos, ciudadanos con mayor o menor claridad que otros, que diariamente nos recuerdan esos graves problemas, esos graves errores que se han cometido. La realidad es esa, la dimensión de la tarea será ingente, difícil de imaginar, pero así será, así será la contienda, aun suponiendo que se produzca dentro de los cauces legales y sin intromisiones del sistema, pero será una batalla campal, en la que México va a resultar muy lastimado.
La segunda gran tarea será hacer el recuento de los daños, de qué tamaño son los huecos económicos que se han producido, el gobierno de coalición que surja tendrá que ser ejemplo de diversidad en la unidad y de unidad en la diversidad, juego de equilibrios que va a tocar a los partidos políticos conducir de manera impecable, si no quieren hacer naufragar la posibilidad naciente de volver a hacer de México una gran nación. Esta pluralidad no significará en ningún momento igualdad, no puede ser así, estemos conscientes de que se van a unir ciudadanos en torno a partidos políticos que en el pasado reciente de México se han visto con buenos, con regulares o con malos ojos, dependiendo de las coyunturas políticas del momento.
Por eso va a ser importante que cada uno de los partidos políticos cuente con personas preparadas, íntegras, que profesen limpia y transparentemente los valores de las plataformas originarias de cada partido que los llevaron a tener el peso específico que en la historia de nuestra querida Patria han tenido. A partir de esa vuelta a las fuentes de cada uno, tendrán que trabajar: uno, por la reconstrucción nacional, dos, por convencer a todos los mexicanos de que el gobierno surgido de esta coalición gobernará con visión de Estado y no de grupos de poder, tres, buscar a sus mejores hombres y mujeres en sus bases y en la sociedad, basados en sus principios, que habrán de profesar, insisto, con limpieza y honestidad, con la finalidad de colmar con lo mejor de nuestra juventud los cuadros de mañana, porque, y esto también lo tenemos que tener muy claro, en las elecciones del 2030 lo más seguro es que no se repita el fenómeno de la coalición, y cada uno de los partidos habrá de presentar cuadros renovados, nuevos rostros, hay mucho talento, y el fenómeno que estamos viviendo en este sentido, es una de sus grandes virtudes. Han aparecido en la sociedad, personas con grandes capacidades, grandes talentos y mucha disposición. ¡No los desengañemos! Si queremos un mejor país habremos de tener mejores ciudadanos y mejores políticos, no mercaderes de influencias, no buscadores del poder, sino enamorados del servicio, amantes de su país, como quiera que se lo imaginen y como lo quieran construir, en la medida en la que los partidos se identifiquen con sus respectivos principios fundacionales, con los ajustes que consideren necesario hacer, pero que ofrezcan opciones claras, en las que todas las nuevas y jóvenes voluntades encuentren cauces claros con los que se quieran comprometer, no con un grupo, sino por medio de un grupo, en este caso un partido, con el bien de esta gran Nación.
Por lo tanto, si hacemos todos este ejercicio prospectivo, con lo mejor de nuestra voluntad, con las mejores intenciones, y si los partidos responden a las expectativas de diversas franjas de población, estaremos trabajando también para que el ejercicio electoral del 2030 no sea una guerra por una rebanada de poder, ni mucho menos por las migajas de lo que quede del país, sino que vuelva a ser, y mejorado, un sistema democrático del que podamos sentirnos orgullosos.
Las necesidades serán fuente de las oportunidades, habrá necesidades en toda la Administración Pública Federal, esto son todas las Dependencias, Entidades, Órganos Desconcentrados del Poder Ejecutivo Federal; habrá oportunidades en las Administraciones Estatales, habrá oportunidades, o deberán abrirse, en el Poder Legislativo, en el cual son muy necesarias nuevas caras, ávidas de servir, no de servirse, una nueva generación de legisladores de los que también podamos sentirnos orgullosos; en el Poder Judicial no hay menos necesidades, y en México el talento nos sobra, solamente es cosa de abrir los cauces adecuados, no como cuotas de poder, sino como resultado de los méritos legítimamente logrados en todos estos grandes espacios.
Y un país que se siente orgulloso de sus autoridades, automáticamente va buscando mejores horizontes, los retos están a la vista, educación, salud, seguridad, competitividad, respeto al marco normativo, cuando somos capaces de resolver esto, también la productividad y la competitividad de las personas, de las empresas y del país tenderán a crecer y a ser mejores.
Mexicanos, tenemos mucho por hacer, abramos los ojos, los brazos y el corazón, porque el México nuevo nos va mirando venir desde un porvenir más venturoso, que nosotros tenemos la responsabilidad, hoy, de conseguir.
Vivamos en paz para que ¡Viva México!
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